Le costó defender, atacar y hacer bien los cambios

El Pincha añoró la fortaleza de otros partidos y, pese a tener un plantel muy largo, volvió derrotado. Esta vez, el DT demoró las variantes

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

No fue casual que Estudiantes terminara quedándose vacío en Florencio Varela. De noventa y cinco minutos jugó bien sólo los primeros veinte, para luego ingresar en un bajón indisimulable que ocurrió a un ritmo tan lento como constante.

Le costó defender (por ejemplo, el debut de Funes Mori estuvo a tono con la opaca actuación del equipo), ser creativo en tres cuartos de cancha y, además, encontrar resoluciones precisas las pocas veces que estuvo cara a cara con Bologna. También, en una cuota parte perdió porque no encontró soluciones en el banco de suplentes. Después de tan floja recta final de la primera etapa, se caía de maduro que el DT debía sacar por lo menos a Alexis Castro y a Cristian Medina. No lo hizo. Esa demora prolongó innecesariamente el lapso de desprolijidades y de fallas para tomar las marcas en el momento indicado que terminaron convenciendo al dueño de casa de que podía llevarse el triunfo.

ERIC MEZA GENERÓ DESEQUILIBRIO CONSTANTE POR LA BANDA DERECHA

En un primer tiempo con rendimiento de mayor a menor, el Pincha no se fue conforme al descanso. Tuvo un positivo trato de pelota en los veinte minutos iniciales y allí se destacaron las constantes proyecciones de Eric Meza por la banda derecha.

Las triangulaciones de Tiago Palacios, Santiago Ascacibar y el marcador lateral derecho que tanto ha evolucionado en los últimos tiempos, complicaron a Alexis Soto y resultaron la llave de gestación de los mejores ataques. El tema negativo fue la falta de eficacia del resto y la escasa participación de Guido Carrillo.

Además, después de ese lapso de dominio albirrojo, creció el dueño de casa desnudando problemas de corte en la inmediaciones del área de Mansilla. Medina volvió al andar irregular de sus primeras presentaciones y Alexis Castro tampoco se hizo notar en ataque ni en la colaboración defensiva.

La amonestación correctamente te recibida por Ramiro Funes Mori describe, en parte, lo que le costó al experimentado zaguero regresar al ruedo de la primera división.

Era una posibilidad concreta que Domínguez fuera a tomar decisiones fuertes (cambios) con la idea de encarar mejor el capítulo final, pero el DT prefirió no tocar nada y empezó el complemento con los mismos once.

CASI VEINTE MINUTOS DE TARDANZA PARA LUEGO VER MÁS DE LO MISMO

La tarde en que Carrillo jugó mal se completó con un ingreso de Alario nada productivo. El privilegio de contar con dos centrodelanteros de primer nivel esta vez fue en vano. Estudiantes terminó triste y fastidioso al ser superado por un equipo que no tiene figuras jerarquizadas. La nueva riqueza de un plantel largo, con apellidos que no necesitan presentación en el medio argentino, ayer no le alcanzó ni siquiera para salvar el invicto.

La primera caída encontró a Estudiantes inmerso en una actuación mediocre, y eso es justamente lo que no debiera repetirse. Ha puesto la vara de la autoexigencia bien alta; por eso, la rotación y los cambios tendrán que ser ejecutados con sumo cuidado.

Mientras sigue esperando que los refuerzos estelares se conviertan en lo que pueden ser, deberá barajar y dar de nuevo con aquellos que ya lo hicieron muy feliz.

Estudiantes

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