Denuncia por abuso y agresión feroz en un centro de salud de Los Hornos

Un enfermero que trabaja en el turno noche de la Unidad de Pronta Atención (UPA), situada en 66 y 153, Los Hornos, sufrió una feroz golpiza durante un ataque de varias personas, dentro de ese centro de salud, en un hecho atribuido a una reacción de familiares de una joven que denunció una presunta maniobra dentro de un consultorio para concretar un abuso sexual, indicó.

El escándalo derivó en un cruce de denuncias tras los incidentes que se produjeron el sábado por la noche. Ya cerca de la medianoche, mientras la paciente de 18 años se dirigía al Gabinete de Delitos Sexuales de la Dirección de Investigaciones (DDI) de la Policía, el enfermero de 40 años se presentaba ante la comisaría tercera de Los Hornos, para denunciar la agresión de los familiares de la paciente y el robo de su celular en medio de la gresca. También fue una enfermera, quien dijo recibir golpes cuando se acercó junto a otros empleados de la UPA con el objetivo de cortar el ataque.

Según fuentes de la Policía y el centro de salud, todo empezó a las 19.30, cuando la chica se presentó con la finalidad de que le aplicaran una inyección prescripta en un tratamiento de anticoncepción. El enfermero la atendió en un consultorio y le pidió bajarse la bombacha. La chica desconfió. Sintió que le “tocaba la cola” al inyectarle el medicamento y que le faltaba el aire, denunció más tarde.

El enfermero habría intentado calmarla, pero la mujer interpretó que buscaba reducirla. Y que la había drogado. Peor fue cuando vio que el hombre trababa la puerta con un tacho de basura. Entonces, corrió hacia la vereda y al salir del edificio se tiró en la explanada.

En cuestión de minutos, cuando el enfermero esperaba un remís porque había finalizado su jornada de trabajo, vendría la violencia. Denunció que lo interceptaron y lo atacaron con trompadas y patadas. La denuncia fue ilustrada con imágenes de las cámaras de seguridad de la UPA.

El hombre golpeado tiene apoyo entre sus compañeros y el director de la Unidad, Guillermo Ramos, quien le dijo a este diario que se trata de un “profesional” que llegó hace poco y sobre quien “no hay quejas”.

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Ramos repasó detalles que, calculó, podrían haber conducido a un malentendido: “cosas que a la chica le parecieron extrañas son habituales”, dijo. Luego, detalló que cuando la joven ingresó a la UPA, había dos enfermeros. La enfermera estaba aplicando penicilina y el hombre la atendió en una sala de triage (área de emergencias). Por ese lugar pasan cientos de personas a diario. Entonces, para que nadie entre, siempre colocan un tacho de basura”, dijo sobre el diseño de las puertas, que no llevan cerradura. A la vez, analizó que por el tipo de inyección, que va en la parte superior del glúteo, “la bombacha obstaculiza”. Así, analizó que “al asustarse, salió corriendo” y por la tensión pudo sufrir una descompensación. En minutos, indicó Ramos, “volvió a entrar con su pareja, no se vieron satisfechos con las explicaciones y se fueron”.

Un rato después, los golpes. “Más que una paliza fue un intento de matarlo. Y le robaron el celular”, indicó el médico y señaló que ayer por la mañana, algunas de las personas denunciadas por la agresión volvieron a la UPA y “la enfermera, que también fue golpeada el sábado, volvió a denunciarlos por amenazas”.

Ramos explicó que la mujer iba por primera vez a la UPA. El centro extendió sus servicios, indicó. Incluso, más allá de sus paredes. Por ejemplo, con una posta de vacunación en la esquina de la casa de la chica, en el barrio La Palmera. Por eso, allí conocen a la joven y a su familia.

“No estamos enojados con ellos”, dijo y contó que pidieron asistencia para la mujer a través de la Subsecretaría de Salud Mental del Ministerio de Salud.

No obstante, aclaró que “no vamos a tolerar esta violencia”, dijo y añadió que el enfermero, “más que por los golpes, está dolido por la situación de sospecha”. Ante el cuadro, Ramos contó que todo el personal se reunió para analizar la situación.

La UPA tiene guardia policial, pero el sábado en ese momento, no estaba la custodia, indicó el director.