Gimnasia vs Riestra.- Insfrán le dio vida y el Lobo salvó un punto

Un equipo que comenzó perdiendo desde la primera jugada de la tarde. Un arbitraje que rozó lo escandaloso, con Nicolás Ramírez absolutamente funcional a las necesidades de Deportivo Riestra y, para peor, cobrando un penal que debió ser invalidados por una infracción previa que el VAR (¡con Diego Ceballos al frente!) ignoró olímpicamente. La atajada de Insfrán y el gol en contra de Murillo cuando la derrota era un hecho. Un empate que, para Diego Flores, significó la mejor actuación de su breve ciclo. No le faltaron condimentos al 1 a 1 entre el Lobo y el Malevo de Stinfale y compañía.

Gimnasia tuvo el peor inicio de partido posible. Apenas pasado el minuto de juego, Deportivo Riestra manejó la pelota por la derecha y el centro de Nicolás Benegas encontró el anticipo de volea de Antony Alonso para poner el 1 a 0 favorable a la visita. Un balde de agua helada para el Lobo, que tuvo que encarar el partido cuesta arriba.

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Al Lobo le costó encontrar espacios en ofensiva contra una defensa de cinco hombre. Así, tuvo que esperar hasta el minuto 17 para que una buena habilitación del Pata Castro para Castillo terminase en un remate desviado de Alan Sosa, quien ingresó por la izquierda y sacó un disparo que pasó cerca del caño derecho de Arce.

El partido ofreció dos desafíos: por un lado, la obligación del local al tener que buscar el resultado con mayor intensidad desde el inicio y por el otro, la necesidad de Riestra de profundizar su sistema defensivo más cerca de Ignacio Arce.

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Creció el Lobo gracias al manejo de pelota de sus volantes y las trepadas por la derecha del uruguayo Pintado. Así, desde una desborde del lateral, hubo un remate de Garayalde que dio en un defensor y otro centro desde la izquierda encontró el remate apurado de Alejandro Piedrahíta por encima del travesaño.

Al Tripero le faltó cambio de ritmo y compañía para Rodrigo Castillo dentro del área. Un buen remate de Lucas Castro, preciso pero sin tanta potencia, le permitió lucirse a Arce. En la última de la primera parte, lo bajaron a Castillo en la puerta del área. Era un tiro libre bárbaro para Juan Pintado, pero el remate del charrúa se fue por encima del travesaño.

En el complemento, Gimnasia intentó llevar peligro por los costados, aunque sin encontrar claridad. La falta de volantes con cambio de ritmo llevaron al Lobo a terminar las jugadas en un embudo de toques cortos con Castillo rodeado por los tres centrales visitantes.

Todo Gimnasia grita el gol (en contra), que significó el empate sobre el final ante Riestra / Fotobaires

Ante la necesidad de patear el tablero y buscar compañía para Rodrigo Castillo, el entrenador decidió el ingreso de Jan Hurtado en lugar de Nicolás Garayalde. Así, con Piedrahíta y Alan Sosa bien abiertos, intento abastecer a dos centrodelanteros.

Justamente, el venezolano Hurtado metió un cabezazo bárbaro que obligó a la estirada de Arce, que desvío al córner. Fabricio Corbalán reemplazó a Pintado e ingresó Manuel Panaro por Alejandro Piedrahíta. La vía aérea, imposible un rato antes, casi le brinda el empate con un gran cabezazo de Leonardo Morales.

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Cuando Gimnasia estaba desesperado y parecía que se quedaba con las manos vacías apareció Nicolás Ramírez y marcó penal por una mano de Suso que nunca debió haber sancionado por una escandalosa infracción previa de Alexander Díaz a Pedro Silva Torrejón. El VAR eligió ver solamente la mano de Suso e ignorar la falta previa que hubiera invalidado toda la acción.

Justicia divina, Nelson Insfrán atajó un penal que liquidaba el pleito en el Bosque. Jonathan Herrera, aquel de la eterna negociación en el receso que tiró para atrás el acuerdo con el Lobo para seguir en Riestra, le terminó dando una alegría a los triperos con un remate anunciado, casi al medio del arco, que Nelson Insfrán sacó, mitad cuerpo, mitad piernas. El Mono, con esa acción, fue vital para el punto que Gimnasia rescataría.

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Porque, como un guiño del destino, en tiempo de descuento -los exiguos seis minutos que dio Ramírez- llegó el buen centro de Fabricio Corbalán desde la derecha que Yeison Murillo se llevó puesto al gol en su afán de evitar la entrada por el segundo poste del venezolano Hurtado.

El 1 a 1 fue un enorme desahogo para los hinchas de Gimnasia, que inmediatamente dieron paso a los insultos contra el arbitraje de Nicolás Ramírez. Y más allá de ponderaciones extrafutbolísticas -que hay que hacerlas- el punto suma en la pelea por terminar entre los clasificados a los playoffs, aunque ahora viene la parte más dura del torneo para el Tripero. Rosario, Sarmiento en el Bosque con todas las obligaciones de victoria, Talleres en Córdoba y las visitas de Estudiantes y River al Bosque marcarán las reales posibilidades de Gimnasia de ser algo más de lo que actualmente es.

El informe de Facundo Ache desde el Bosque