Críticas para los aranceles comerciales de Trump

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Donald Trump implementó una medida histórica que redefinió el comercio internacional posiblemente para los próximos años. Al aplicar aranceles recíprocos, el presidente de EEUU consolidó su enfoque proteccionista, estableciendo tasas con un mínimo del 10%. Esta decisión genera incertidumbre en empresas de todo el mundo debido a su impacto en la producción y el comercio global. Además, la economía estadounidense podría enfrentar presiones inflacionarias y riesgo elevado de recesión, mientras que Latinoamérica podría encontrar una oportunidad para fortalecer su balanza comercial con EEUU.

Un informe de la consultora Qualy revela que “La imposición global de tarifas decretada por Trump se basa en una visión mercantilista de la economía global, que parece no tomar en cuenta que el déficit comercial es en parte la contracara de la absorción de capitales que hacen los Estados Unidos, que le ha permitido financiar de manera barata su crecimiento, su capacidad de consumo y su industria, en particular la militar”.

“La medida apunta en parte a satisfacer la demanda de su base de votantes, sobre todo aquellos más vinculados a la industria americana, pero podría transformarse en la gota que derrame el vaso del malestar norteamericano: difícilmente mejore en el corto plazo la inequidad en la distribución de ingresos, probablemente aumente la inflación norteamericana y global, reduzca la tasa de crecimiento global y colabore a fortalecer a otras economías -como las de China e India-que amenazan la hegemonía de los Estados Unidos. En el medio, Argentina con su alineamiento automático y monolítico con ese país y -más en general- con su actual estrategia de apertura comercial unilateral, tiene seguramente más para perder que para ganar”, agrega el informe.

Las medidas de Trump impactarán sobre todas las exportaciones argentinas a ese país, como las ventas de cítricos.

Fija un arancel mínimo del 10% para todos los productos que ingresen a EE. UU., incluyendo los provenientes de la Argentina.

Ese piso es muy superior a lo que pagan diversas exportaciones argentinas en la actualidad, lo que pone en duda la sostenibilidad de la venta de esos productos.

Un informe de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) describe las diferencias en los aranceles que pagan las exportaciones argentinas versus las importaciones americanas. Por ejemplo:

“En alimentos, Argentina grava la importación en un 16 por ciento, mientras que Estados Unidos tiene un arancel del 4,6 por ciento.

En químicos y productos industriales, Argentina cobra 8,1 por ciento y Estados Unidos impone un 0.3 por ciento.

En plásticos, el arancel local es de 11 por ciento frente al 1,4 por ciento del país norteamericano.

En textiles, la Argentina cobra la tarifa más alta, con 20,9 por ciento, mientras que en EE.UU se aplica un 6,1 por ciento.

 

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