Apuestas en juegos online: el preocupante vicio que empieza desde edades cada vez más tempranas

La legalidad de los juegos de apuestas en Argentina, sumada a la facilidad de acceso y la falta de control parental, ha creado un caldo de cultivo perfecto para que este problema se expanda sin control

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“Hoy tenemos una batalla más urgente: estamos viendo dentro de la escuela un aumento de las apuestas en línea”. En artículos sobre el abuso de las pantallas, profesionales como Facundo Stazi, profesor, coordinador pedagógico, director editorial, asesor educativo y especialista en innovación educativa, alertó: “Alumnos de 12 y 13 años... Los más grandes mucho más, que ya están en juegos de apuestas deportivas o casinos virtuales. Esto es grave, sobre todo porque algunos creen que pueden ganarle al sistema, y ese sentimiento a los 12 años es un inicio de ludopatía que debería alertarnos a todos. Y claro, a estas plataformas se ingresa por el celular”.

En las escuelas secundarias de La Plata y la Región, un nuevo fenómeno está captando la atención de los docentes y generando preocupación entre padres y especialistas: el aumento de las apuestas en línea entre los adolescentes. Lo que comienza como una actividad aparentemente inofensiva, incentivada por influencers y celebridades, está transformándose en una peligrosa adicción que amenaza con tener consecuencias graves para la salud mental y emocional de los jóvenes. La legalidad de los juegos de apuestas en Argentina, sumada a la facilidad de acceso y la falta de control parental, ha creado un caldo de cultivo perfecto para que este problema se expanda sin control. En efecto, se explora cómo y por qué las apuestas en línea se están convirtiendo en una bomba de tiempo para los adolescentes argentinos y qué medidas se pueden tomar para enfrentar esta creciente crisis.

 

Estudiantes secundarios se la pasan mirando las pantallas y apuestan en línea

 

En las aulas de las escuelas secundarias públicas, estudiantes de un cuarto año pasan el tiempo mirando las pantallas de sus celulares con una intensidad palpable. Para poner un marco, una profesora se da cuenta del nerviosismo y la adrenalina que emanan de sus gestos. “Estamos timbeando, profe”, dice un adolescente con una sonrisa que rápidamente se transforma en desesperación: “¡Me quiero matar, perdí 3.000 pesos!”. Otro de los chicos, en cambio, sonríe triunfante con sus 30 dólares ganados. Para estos adolescentes, apostar en línea es una manera fácil y rápida de ganar dinero. No perciben el peligro, no ven que el juego puede convertirse en una de las principales adicciones del siglo XXI: la ludopatía digital.

Este fenómeno está creciendo entre los adolescentes argentinos. Las docentes en las aulas han detectado el problema y están “muy preocupadas”. Influencers, exparticipantes de Gran Hermano, modelos, actores y músicos promocionan los casinos virtuales y las apuestas deportivas sin advertencia alguna.

Débora Blanca, psicóloga especializada en ludopatía y directora de Lazos en Juego, revela que la adicción a los juegos en línea está aumentando entre los adolescentes debido al creciente consumo de alcohol, drogas, y el uso de pantallas y redes sociales desde edades cada vez más tempranas. “Los juegos de apuestas tienen la particularidad de ser legales en la Argentina; no se está haciendo nada ilegal”, explica Blanca. Cuando algo legal se publicita, se incrementa el consumo.

 

De la mano con la adicción al juego también se están potenciando otras adicciones

 

La pandemia ha exacerbado esta tendencia. Actividades que antes eran presenciales ahora son virtuales. Los adolescentes que jugaban en la calle ahora juegan en sus casas o escuelas a través de las pantallas. “Si un influencer dice ‘apuesten que está buenísimo’, los pibes no van a hacer otra cosa más que apostar”, analiza Blanca.

Lo que comienza como una actividad aparentemente inofensiva, está transformándose en una peligrosa adicción / Web

La edad promedio de iniciación en las apuestas en línea es de 15 años, pero hay casos de chicos de 12 años que ya están involucrados. Los adolescentes crean perfiles falsos y usan dinero destinado a otros gastos para apostar.

El mercado global de juegos de azar en línea ilustra un fenómeno mundial en crecimiento: en 2020, los juegos de azar online recaudaron 65.316 millones de dólares y se proyectan cerca de 130.000 millones para 2027. De hecho, las principales casas de apuestas en línea patrocinan a grandes equipos futbolísticos argentinos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la ludopatía como una enfermedad emocional que afecta la vida personal, familiar, laboral, social y económica de quien la padece. Según estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, el 30% de la población argentina tiene algún tipo de vinculación con el juego, con un 1,5% siendo compulsivos.

Soledad Fuster, psicóloga y docente en la UBA, destaca la importancia de trabajar en la secundaria desde la ESI (Educación Sexual Integral) con perspectiva digital. La virtualidad, lejos de ser opuesta a la realidad, es un escenario más donde los adolescentes interactúan, aprenden y enfrentan peligros. Los riesgos van desde estafas virtuales hasta abusos sexuales a través de Internet (grooming). Los adolescentes muestran distracción recurrente, pérdida de interés en actividades y falta de descanso debido al tiempo que pasan frente a las pantallas.

Una estudiante de cuarto año de una escuela observa que sus compañeros apuestan en casinos online con dinero de sus padres, a menudo sin que ellos lo sepan. En su lugar, los docentes creen que se necesita ayuda externa y capacitaciones para abordar este problema en las aulas. En efecto, Jugadores Anónimos (JA) ya ha recibido solicitudes de escuelas preocupadas.

Geraldine Peronace, psiquiatra especializada en adicciones, señala que la mayoría de los adolescentes están en situación de uso y abuso de Internet. La falta de control parental y la comunicación familiar alterada agravan la situación. Peronace destaca la transversalidad del problema en todas las clases sociales y la mayor incidencia en varones. Los docentes, a lo largo del país, han sido los primeros en alertar sobre este problema. “Estamos en el tiempo perfecto antes de que estos chicos se conviertan en su mayoría en adictos; estamos en el momento de poder intervenir con la prevención”, concluye Peronace.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA Y DE LOS INFLUENCERS

La pandemia de COVID-19 ha cambiado radicalmente el comportamiento de los adolescentes. Actividades que antes eran presenciales, como los deportes y los juegos al aire libre, ahora se realizan en gran medida en el entorno virtual. Esta transición ha sido aprovechada por los casinos en línea y las casas de apuestas deportivas, que han incrementado sus estrategias de marketing dirigidas a los jóvenes a través de las redes sociales. Influencers, youtubers, tiktokers y celebridades de la televisión como los exparticipantes de Gran Hermano, han jugado un papel crucial en este fenómeno. Con millones de seguidores, estos influencers tienen un enorme poder para moldear el comportamiento de los adolescentes.

 

Hoy tenemos una batalla más urgente: estamos viendo dentro de la escuela un aumento de las apuestas en línea. Esto es grave, sobre todo porque algunos creen que pueden ganarle al sistema, y ese sentimiento a los 12 años es un inicio de ludopatía que debería alertarnos a todos”

Facundo Stazi
Profesor y coordinador pedagógico

 

Débora Blanca subraya que los adolescentes están expuestos a estas influencias desde edades tempranas. “Para los pibes es natural el uso de pantallas. Cada vez desde más chiquitos se les da un celular y empiezan a tener todo a través de una pantalla”, comenta. La pandemia naturalizó muchas actividades virtuales y aumentó la dependencia de los dispositivos electrónicos.

En Argentina, los juegos de apuestas son legales y, por ende, se publicitan ampliamente sin restricciones significativas. Esta legalidad contribuye a la percepción de que las apuestas son una actividad normal y segura. “Cuando algo legal se publicita, se incrementa el consumo”, dice Blanca. Esta percepción es aún más peligrosa entre los adolescentes, quienes no tienen la madurez para comprender los riesgos asociados.

El acceso fácil a las plataformas de apuestas y la falta de control parental agravan la situación. Los adolescentes crean perfiles falsos utilizando los datos de sus padres o familiares y utilizan el dinero que se les da para otros fines para apostar en línea. Esta conducta no solo viola la ley, que establece que los menores de 18 años no pueden participar en juegos de apuestas, sino que también lleva a una espiral de problemas emocionales y financieros.

El “bombardeo” de publicidades y el acceso legal preocupa a las familias platenses / Web

Las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos son alarmantes: el 30% de la población argentina tiene algún tipo de vinculación con el juego. Dentro de este grupo, el 95% juega de manera recreativa, pero el 3,5% son jugadores problemáticos y el 1,5% son adictos compulsivos. En un país con 45 millones de habitantes, esto se traduce en aproximadamente 19 millones de personas que juegan regularmente y cerca de 675.000 personas que podrían ser consideradas adictas.

Geraldine Peronace destaca que la adicción a las apuestas es un problema transversal que afecta a todas las clases sociales. La psiquiatra también resalta que los adolescentes varones son los más afectados y que la falta de control parental es un factor clave en el desarrollo de esta adicción. “La primera escuela que me llamó fue de una provincia, de un pueblo que ni conocía y que lo tuve que buscar por Internet”, cuenta Peronace. “No podía creer lo que estaba escuchando; eran los docentes quienes me estaban contando cómo apostaban los chicos desde los celulares”.

En el ámbito educativo, la respuesta hasta ahora ha sido limitada pero proactiva. En consecuencia, hay profesionales que admiten que los docentes no están preparados para manejar esta situación y que se necesita ayuda externa y capacitaciones. Algunas escuelas ya han contactado a organizaciones como Jugadores Anónimos para que brinden charlas a los estudiantes.

Los adolescentes que jugaban en la calle ahora juegan en sus casas o escuelas a través de las pantallas / Freepik

Soledad Fuster insiste en la necesidad de integrar la perspectiva digital en la Educación Sexual Integral (ESI) para abordar estos nuevos desafíos. “Los vínculos y las actividades de las y los adolescentes, cada vez más, aparecen atravesados por la virtualidad”, explica Fuster. La psicóloga también menciona los peligros adicionales que enfrentan los adolescentes en línea, como el grooming y las estafas virtuales.

La adicción a las apuestas entre los adolescentes también refleja un cambio en el paradigma del trabajo y el progreso. Débora Blanca observa que los jóvenes de hoy en día están menos interesados en seguir el camino tradicional de estudiar, trabajar y progresar dentro de una estructura corporativa. En cambio, buscan formas rápidas y fáciles de ganar dinero, lo que hace que las apuestas en línea sean tan atractivas.

“En este momento el paradigma del trabajo, del progreso y del costo que había que pagar para aprender, ya no es aceptado”, reflexiona Blanca. “Hoy está enaltecida la palabra libertad, ser libres, elegir todo, elegir dónde, cómo y cuándo. Hay una parte de esto que está buenísimo, pero hay otra parte que niega la realidad”.

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