Un espacio para empezar a salir del pozo
Edición Impresa | 26 de Enero de 2025 | 02:09

La ONG Madres guerreras contra las adicciones tiene su sede en 2 entre 516 y 517, donde los sábados por la tarde ofrecen charlas para las familias. También hay encuentros grupales para las personas en consumo y capacitaciones para las madres.
Por otro lado, funciona una copa de leche y un comedor para quienes se encuentran en situación de calle. “Pueden ir a comer, bañarse y tenemos un ropero comunitario, por si necesitan ducharse y cambiarse antes de ir al hospital”, cuenta Miriam Godoy.
En muchos casos, dice, el drama es integral: hombres y mujeres muy jóvenes que viven en la miseria absoluta, o con sus hijos chiquitos, y gastan la plata que consiguen en comprar droga o alcohol. Sufren y ejercen violencia a diario, frente a un Estado e instituciones que, en la práctica, “nunca están”.
Hace un par de años lanzaron una campaña para armar “bolsitos de internación” que incluyeran toallas, sábanas, ropa interior, medias y artículos de higiene personal como dentífrico, cepillo de dientes, jabón, shampoo y toallitas femeninas. ¿El objetivo? La premura por aprovechar una decisión que nunca es fácil de tomar, sobre todo para personas adictas en situación de calle y que acceden por fin a internarse, pero no tienen acceso a los elementos mínimos para entrar a una comunidad o una granja.
La ONG también se ocupa de conseguir becas o reunir fondos con trabajos comunitarios o donaciones, para costear algún tratamiento. “Cuando alguien dice ‘me quiero internar’ es porque tocó fondo y al otro día se puede colgar, tirar abajo de un tren o de un micro. Ya nos pasó”, revela.
Sus teléfonos de contacto son 221 548 5187 / 221 594 9510
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