VIDEO. El Lobo hizo todo bien: el travesaño aportó justicia
Edición Impresa | 10 de Agosto de 2024 | 04:22

Facundo Aché
fache@eldia.com
Enorme victoria del Lobo. Por el rival, porque contra las cuerdas sacó un resultado bárbaro y porque está vez tuvo un guiño del destino para que el travesaño hiciera justicia, porque Gimnasia merecía festejar en Avellaneda. Fue 1-0.
Por ser un equipo serio, Gimnasia mereció el triunfo. Fue sólido y tuvo en Benjamín Domínguez un as de espadas que enloqueció a toda la defensa rival. El pecado tripero fue no liquidarlo con un par de buenas contras y lo pagó con el sufrimiento hasta el final. El festejo fue un desahogo para todo el Lobo.
En los primeros minutos Racing se paró en campo tripero y trató de llevar las riendas del partido. Desde un ataque directo, lo tuvo de cabeza el colombiano Roger Martínez tras un centro desde la derecha de Martirena. Gimnasia, desde una postura contragolpeadora no demasiado habitual, tuvo el gol con un remate desde afuera del área de Benjamín Domínguez que Gabriel Arias sacó al córner.
Y cuando el partido no estaba para nadie, a pesar de que un cabezazo de Maravilla Martínez llevó peligro al arco de Ledesma, llegó el 1 a 0 para el Lobo, que atacó por izquierda, la pelota sobró a todos tras la peinada de Castillo y el centro, ahora desde la izquierda, fue perfecto para que Benjamín Domínguez se llenase la boca de gol. Un gol esperado por todo Gimnasia, que desde el receso nunca estuvo en ventaja en el marcador.
En su desesperación por llegar a la igualdad, Racing se adelantó en el campo y el equipo de Méndez achicó espacios hacia atrás. Así, Juan Pintado y Valentín Rodríguez convirtieron la línea de tres en una línea de cinco, mientras Zalazar y Domínguez se prodigaron para dar una mano a la estructura del centro del campo, al menos para que el rival no le hiciese ancho el terreno de juego. En ese contexto, al Lobo le costó tener la pelota, pero a la Academia se le hizo imposible usufructuar los espacios.
Mientras desde las tribunas empezó a bajar temprano el “Movete, Racing, Movete”, el local se desorientó y Benjamín Domínguez tuvo el segundo, con un recorte y derechazo desde la puerta del área que Arias sacó con rebote y ninguna camiseta tripera llegó a tiempo para el remate.
Ante ese desconcierto de Racing, Gimnasia siempre lució ordenado pero comenzaron a surgir ciertas grietas en la estructura defensiva, dónde Morales y Cabral se hicieron fuertes, con la presencia de Nicolás Garayalde para el corte en el centro del campo.
Con menos herramientas, con orden y practicidad, Gimnasia hizo mucho por controlar al equipo de Gustavo Costas. Más aún, en un par de acciones mediaron decisiones equivocadas que impidieron que Benjamín Domínguez terminará alguna vez más frente al arco de Arias.
Racing arrancó con todo el segundo tiempo. Costas realizó cuatro cambios y terminó con cuatro delanteros netos: Johan Carbonero, Roger Martínez, Maravilla Martínez y Maximiliano Salas. Racing rompió el partido y a esa presión tuvo que bancarla Gimnasia defensivamente con concentración y atención, pero con mayores dificultades para salir de contra.
El ingresado arquero Cambeses le tapó el segundo a Benjamín Domínguez, que aprovechó un error de di Césare en la salida y se fue contra el arco, pero Cambeses achicó bien y tapó el remate del extremo tripero.
La llave del ataque de Racing la tuvo Carbonero con sus desbordes por la derecha. El Tripero se fue metiendo cada vez más atrás apostando a la pelota larga para Domínguez. Castillo de cabeza y Zalazar, con un remate alto, le perdonaron la vida a una Academia tan ambiciosa como desequilibrada.
En una contra fantástica de Benjamín Domínguez, Rodrigo Castillo quedó solo mano a mano con el arquero, el delantero se sacó de encima al arquero y di Césare salvó en la línea, no se sabe cómo. Todo Gimnasia pidió penal, pero no fue para el árbitro Arasa ni para el VAR.
Méndez cambió pieza por pieza, con Colazo por Rodríguez (para marcar más encima a Carbonero) y el debut de Martín Fernández en lugar de Garayalde. Racing tuvo el ingreso de Juan Quintero para enlazar un poco mejor con los delanteros y le hizo bien al local, que cerca de los 30 minutos creció y llegó con un disparo de Elordi más un par de acciones de sumo riesgo, especialmente una en la que le sacaron del buche el gol a Maravilla.
Cerca del final, cruzó una pelota Maximiliano Salas y Maravilla Martínez no alcanzó a empujarla en el segundo palo. Y cuando el partido se moría, un remate desde lejos encontró el brazo de Cortazzo y Arasa no dudó y cobró penal. Maravilla pateó fuerte, al medio y el travesaño hizo justicia para una victoria tripera esperada y merecida. Y que solo tuvo la justa roja Martínez por una patada a Pintado cargada de impotencia.
Racing sufrió desde la abundancia. Gimnasia, con el overol, ganó bien y recuperó aire.
El penal sancionado por Nazareno Arasa casi lo deja a Gimnasia sin el premio que merecía
El informe de Facundo Aché en la previa
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